CRITICA PENAL


Bienvenid@s al primer programa de radio para pensar y discutir el sistema penal.

Producido por docentes universitarios, alumnos y periodistas, pretende ser un espacio abierto a la participación colectiva.

Todos los Jueves de 21 a 23hs, por FM 88.7 de la Azotea, Mar del Plata, Argentina
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martes, 15 de junio de 2010

Editorial del Programa 9. Persecución Penal de los Inmigrantes



Según cuenta el historiador norteaméricano Alan White el Paraguay independiente fue la primera revolución social de latinoamérica, con telégrafo, flota mercante a vapor, la primera red ferroviaria del continente, sistema público gratuito de educación, sin analfabetismo y con calles sin borrachos ni mendigos, sus habitantes eran caracterizados por su alegría y hospitalidad; pero ese paraíso de dignidad solo duró los primeros 50 años de vida soberana de mi pais y el presente contrasta rotundamente con aquel período de felicidad.
Hoy con un 60% de la población pobre, desocupación, sin salud pública y la privada inaccesible, un sistema educativo obsoleto en sus niveles primario y secundario y con el universitario sólo reservado a la clase acomodada que copia el lujo y el standar de vida de Buenos Aires, la única alternativa de escape a este destino predeterminado y fatal es emigrar hacia Argentina.
Pero este sueño empieza a desvanecerse apenas se ingresa por el paso fronterizo de Clorinda, donde recibimos la bienvenida a cargo de gendarmes serios y marciales que con trato soberbio y despectivo nos anticipan la dureza del exilio impuesto por la miseria.
Una vez en Capital Federal y sin tiempo para conocer La Boca, el teatro Colón, el Obelisco u otras tantas atracciones, seremos alojados en la casa de otro coterráneo mas antiguo o de un familiar, o en una pensión de mala muerte o en la mayoría de los casos en una villa del conurbano… y al día siguiente a buscar trabajo.
A partir de ese momento pasamos a engrosar esa masa de trabajadores integrada por bolivianos, chilenos y peruanos, a quienes el mercado laboral argentino nos espera con sus brazos abiertos para trabajar de mucama, albañil, o en cualquier otra actividad que no exija instrucción previa, pero sí interminables jornadas de labor y una irrisoria remuneración.
Pasados los 90 días de estadía, nuestra permanencia como turista se convierte en ilegalidad migratoria, la cual nos condena a la eterna docilidad, a agachar siempre la cabeza, a no mirar nunca a los ojos, a esconder nuestro acento para tratar de pasar desapercibido, resignando así cualquier sentimiento de rebeldía en pos de subsistir como uno mas y no tener que escuchar el discurso simplista que nos hace responsables de la desocupación, la inseguridad y de otros tantos males vernáculos.
Para regularizar esta situación se necesita abonar una tasa impagable, presentar costosos documentos legalizados, sortear a rigurosos funcionarios de migraciones y esperar que nuestros consulares de turno, siempre ajenos a las necesidades de sus desdichados compatriotas, se acuerden que existimos. Sin documentos no se puede estudiar ni trabajar en blanco, no se puede reclamar y siempre quedamos condenados a vivir con el fantasma de la deportación, que nos acompaña a donde quiera que vayamos.
Ud. se preguntará ¿cómo nos trata el sistema penal? Con la selectividad del excluido. Un programa televisivo ejemplificará esta afirmación: en una oportunidad y con grandes letras mayúsculas con fondo rojo un canal de noticias tituló “mucama paraguaya mató a cuchillazos a su patrón”. La nacionalidad (“paraguaya”), dato irrelevante en un hecho de sangre, es sin embargo remarcada, focalizada y utilizada en el medio de comunicación para crear una construcción social del extranjero como un potencial homicida. La ocupación a la que se dedicaba la imputada (“mucama”) , es mencionada en lenguaje coloquial discriminatorio, al que “la gente como uno” vulgariza el servicio doméstico. Vaya las paradojas del destino ese mismo canal tituló tiempo después “El General Paraguayo Lino Oviedo se asiló en nuestro País” y bajo esa frase comunicaba a la opinión pública argentina que el ex- edecán del genocida Stroessner arribaba a la Argentina con el asilo político otorgado por Menem luego de un frustrado intento de golpe de estado y con varios asesinatos en su haber. La diferencia está en que la “mucama” seguramente no tendría los documentos en regla en cambio al General le sobrarían vínculos con la clase política de este país.
Por eso mas alla del imaginario popular que se alimenta del contrabando y las prostitutas del Paraguay, de la cocaína que traen las mulas desde Bolivia, de los chilenos que vienen por la patagonia, peruanos que te roban en el subte, colectivos o el microcentro porteño o de colombianos que minan con laboratorios de efedrina todo el gran Bs. As, los inmigrantes por encima de nuestro origen somos personas que traemos sueños, frustraciones y costumbres, y venimos en busca de lo mismo que en el pasado buscaron italianos, españoles, judíos, árabes, turcos, armenios, daneses y otras tantas colectividades, y que hoy muchos argentinos buscan en Europa o Estados Unidos, y eso es, un futuro mas digno para nuestros hijos.
Por ahí se preguntarán por los causantes de este fenómeno. Y la respuesta es sencilla son los mismos y de la misma clase social arraigada en las diferentes naciones de las cuales provenimos, que no tienen necesidad de escapar porque ellos mismos son los que generan las condiciones de nuestra huída y para el colmo de males son amigos entre si, como Menem y el Gral. Oviedo.

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