Editorial 10º Programa

Buenas Noches. Soy Dios.

Algunos me conocen como Yavé, Jehova, Alá, Haile Sellassie y una infinidad de nombres mas.

Da lo mismo. Soy el que gobierna todo.

No importa si existo. El mejor truco que el diablo creó fue hacer creer al mundo de que no existía.

Hoy les escribo porque me harté que pongan mi imagen en las salas de audiencias de eso que ustedes llaman “Administración de Justicia”.

Primero, me molesta mucho que elijan una forma de representarme: la católica, siendo que desde tiempos remotos me manifiesto de diversas maneras y a través de distintas religiones. Lo hago porque no me gustan los monopolios y en el ámbito de la fe, también tiene que habermultiplicidad de ofertas en el mercado celestial.

Ustedes que son abogados, ¿no conocen la obligación de tratamiento igualitario?. Bueno, les explico: está prohibido cualquier tipo de toma de posición estatal a favor de un credo determinado. Y les aviso que esta obligación es particularmente imperativa en el ejercicio de la magistratura, puesto que se encuentra sometido al mandato de ejercer sus funciones de manera imparcial.  

Segundo, deberían volver a la Universidad a estudiar la neutralidad religiosa del Estado argentino, así como el derecho de los habitantes a sertratados igualitariamente, sin ningún tipo de discriminación religiosa.

Les di Mandamientos de Fe, pero ustedes se los confundieron con Leyes positivas.

Tengo muchas hipótesis de por qué usan mi imagen en la Sala de Audiencia, pero como soy Dios también tengo la verdad.

Bueno, uno de mis slogans preferidos de mis creativos favoritos es la que la Verdad Soy Yo.

Algunos usan mi imagen para sacar rédito publicitario.

Claro, si a este tipito de saco y corbata lo auspicio yo en su trabajo de juez, es como si a una casa de deportes lo auspicie Messi, a una de música los Stones o a una librería Borges.

A esos, les aviso que quise registrar mi nombre en el registro de marcas y patentes para evitar que utilicen mi imagen, pero un corrupto judas vestido de burócrata funcionario me traicionó y me quitó la protección que asigna la ley de propiedad intelectual sólo para lucrar económicamente.

En esos momentos me reprocho tanto haberles dado el libre albedrío..

Otros usan mi imagen por competencia.

Se creen que soy yo.

Piensan que son mi imagen reencarnada sobre la tierra.

Quiero que se entienda: no me molesta que copien el sistema de inquisitivo que armó mi Gabinete Celestial. Revindico las prácticas del Tribunal del Santo Oficio, acepto que busquen herejes en vez de autores de delitos y acuerdo que la tortura no sea vista mal por ninguno de estos funcionarios.

Pero lo que no tolero es a los jueces que se creen que son Dios.

Los que suponen que les dí un poder general en la escribanía del Vaticano para actuar en mi nombre.

Los que me roban la identidad para ufanarse ante sus semejantes, elevándose del suelo y haciéndose llamarse “Vuestra Excelencia”.

Los que padecen severos trastornos de personalidad, que les hace creer que son aquellos que en realidad idolatran. Son tan patéticos como Ester Goris haciendo todo el día de Evita. O como el marido de Adriana Aguirre haciendo de Sandro.

No hagan de mi.

No se crean mas que son Dios.

Son iguales de mortales, de falibles, de vulnerables que cualquiera de sus semejantes. Hormiguitas en mi creación universal.

Ahora les voy a decir la Verdad.

Piensen los casos en que dicen haber hecho justicia usando mi imagen. 

Usaron mi imagen para rechazar los Habeas Corpus de personas secuestradas en centros clandestinos de detención durante la ultima dictadura militar.

Usaron para imagen para avalar las atrocidades de genocidas y para colaborar en la impunidad de sus actos.

Usaron mi imagen para permitir la detención ilegal que llevó a la muerte de Walter Bulacio, a partir de un memorando secreto que impedía molestar a los jueces por las noches.

Usaron mi imagen para absolver a los trece imputados del secuestro Marita Verón.

Usaron mi imagen para permitir la impunidad de quienes desaparecieron a Jorge Julio Lopez y Luciano Arruga.

Usaron mi imagen para impedir el aborto legal de una adolescente que había sido violada. Usaron mi imagen para mandar presos a pibes por consumir drogas que luego murieron en sus lugares de detención.

Usan mi imagen diariamente para rechazar investigar la tortura, los apremios ilegales y las desapariciones forzadas de personas. 

Entonces, ya se dieron cuenta.

Eso que ustedes llaman justicia no es mas que una ilusión óptica, una quimera inalcanzable, un espejismo mortal, una maldita invención de los hombres para aliviar sus consciencias, para creer inocentemente que la justicia existe.

Del mismo modo en que ustedes creen que yo existo.