CRITICA PENAL
Bienvenid@s al primer programa de radio para pensar y discutir el sistema penal.
Producido por docentes universitarios, alumnos y periodistas, pretende ser un espacio abierto a la participación colectiva.
Todos los Jueves de 21 a 23hs, por FM 88.7 de la Azotea, Mar del Plata, Argentina
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martes, 29 de junio de 2010
Editorial del Programa 10. Delitos Económicos
En la semana, el hombre vive en un triplex de Avenida del Libertador, donde exhibe una majestuosa escalera de mármol de carrara.
Pero el fin de semana es diferente.
Es necesario huir de la jungla de cemento y refugiarse en el remanso que brinda la vida en el country.
Recuperar la seguridad siempre amenazada, alejarse de una ciudad que es impredecible, caótica, violenta, que ya no es reconocida como el lugar de la infancia.
Porque….a ver si en la época de su padre, el gobierno de turno iba a permitir que un grupo de forajidos prenda fuego unos neumáticos frente a su empresa, por el “detalle menor” de haber retenido aportes jubilatorios de algunos empleados. “No…en aquel tiempo no sólo los hubieran echado de un plumazo, sino que los hubieran metido presos a todos esos incivilizados que contaminan el medio ambiente”, dice el hombre frente a un encargado de negocios extranjero, mientras le sirve un whisky que fue importado en forma clandestina.
En el country hay relaciones más estables, más homogéneas, es posible construir un “nosotros”, porque en el country hay “gente como uno”.
La comisión de admisión es el primer regulador de la vida del country y sus decisiones resultan inapelables: la bolilla negra fulmina las aspiraciones del candidato a socio.
El hombre temía que alguien se enterara que se fue del anterior barrio cerrado luego que se le imputaran infracciones por “fraude y hurto de energía”. Su abogado logró anular la causa penal por no haber mediado testigos de ese procedimiento. Luego de su sobreseimiento, el hombre salió de la capilla de aquél country diciéndole a los vecinos “yo no soy ningún peruano ni boliviano, de los que toman casas en San Telmo”.
El hombre logró superar sin problemas el filtro de su admisión, apoyado en su condición de Ejecutivo de una poderosa compañía multinacional.
Vínculos y contactos, cenas de gala y copetines, favores y deudas, derivaron en la aprobación a sobre cerrado del nuevo integrante del selecto clan.
Ser aceptado fue motivo de un festejo especial, que no se vio empañado por las denuncias periodísticas malintencionadas que indicaban que ese country ocupa ilegalmente 70 hectáreas de tierras fiscales.
Ser admitido en ese auténtico paraíso era aislarse de esa “sociedad enferma”, piensa el hombre mientras ingresa en el country, saludando victorioso a los empleados de seguridad que desde la garita de ingreso alzan la barrera para que pase la farolera, con forma de camioneta Hammer 4x4, ingresada al país con una franquicia diplomática irregular, en un hecho que fue detectado por un Estado bobo cuando ya estaba prescripto.
En cambio nunca se pudo detectar la hábil maniobra que urdió con su embarcación: el yate “Chiquita”, para 25 personas, de veinte metros de eslora, que fue declarado ante la AFIP como una simple lancha de pesca, sin que nadie advirtiera la diferencia. Bueno, sólo un inspector reparó en el detalle, pero el funcionario resultó amigo de los sobres cerrados que con algunos billetes arreglan los problemas.
- “Hay una obligación moral de no pagar impuestos cuando es el Estado el que nos roba” - le dice hombre a cuatro amigos que comparten una amistosa charla mientras observan un partido de polo en su nuevo country. “El Estado en vez de crear riqueza la destruye: yo no voy a contribuir a que usen mi dinero para promover planes sociales para los vagos que no quieren trabajar”, reafirma en el stud mientras palmea uno de sus caballos, que venderá al exterior, en valores que están por debajo de los de referencia,
Al final de la jornada, el hombre se acerca al Club House, donde la “señora del hombre” juega un torneo de canasta al amparo de un cálido hogar a leña. En ese momento, todos los presentes divisan una noticia proyectada en el televisor lcd que indica: “Ultimo momento. Menores arrojan piedras en la autopista contra camioneta importada y producen lesiones al conductor”.
Entonces el hombre frunce el entrecejo, mueve la cabeza de par en par, respira hondo, y exhalando el humo de un habano importado, dice “no hay caso…en este país ya no se puede vivir con la inseguridad que hay”.
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