CRITICA PENAL


Bienvenid@s al primer programa de radio para pensar y discutir el sistema penal.

Producido por docentes universitarios, alumnos y periodistas, pretende ser un espacio abierto a la participación colectiva.

Todos los Jueves de 21 a 23hs, por FM 88.7 de la Azotea, Mar del Plata, Argentina
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martes, 18 de mayo de 2010

Editorial del Sexto Programa: Violencia contra la Mujer


Intentar reflexionar sobre la violencia de géneros, inevitablemente nos deriva a establecer que entendemos por género.

Cuando en la década de los 60´s Simone de Beauvoir escribió "El Segundo Sexo" planteó que las características humanas consideradas “femeninas” son adquiridas por las mujeres mediante un complejo proceso que no deriva “naturalmente” de su sexo. Así, la frase “una no nace mujer, sino que se hace mujer”, es entendida por muchas feministas como la primera declaración célebre sobre el género.

Si por sexo se entiende a las diferencias anatómicas y fisiológicas entre seres humanos, género se reservó para la elaboración cultural acerca de lo femenino y lo masculino.

Desde que nacemos, la sociedad mediante instituciones como la familia, la escuela, la justicia, la medicina, la iglesia, la policía y el matrimonio, sólo por nombrar alguna de ellas, nos forman con determinadas características en función del sistema sexo/género en el que nos encasillan.

De esta manera se fomentan estereotipos sociales que determinan a las personas con una larga lista de obligaciones y prohibiciones. Lo que se puede y, fundamentalmente, lo que no se puede hacer.

En ese sentido se nos plantea como un destino inevitable la heteronormatividad. Esto quiere decir, que si no somos mujeres o varones heterosexuales, estaremos por fuera de lo que la sociedad acepta como “normal”.

Por el túnel que une lo normal y lo anormal, dentro del sistema capitalista y patriarcal, diversidad de cuerpos de mujeres, varones, intersex, travestis y transexuales, transitan en un tambaleo constante hacía un ideal que será imposible de alcanzar.

Es así que todo lo que queda por fuera de esos cánones, se oculta en el baúl de los malos y desviados recuerdos que debemos ignorar.

En nuestra cultura, el patriarcado, un sistema complejo y jerárquico que rige nuestras vidas desde hace siglos, marca los límites de la dicotomía normal – anormal.

Ahora, ¿qué es la violencia de género? La Licenciada Susana Velázquez en el libro “Violencias cotidianas, violencia de género” plantea que “violencia abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en diferentes aspectos de su existencia. Es todo ataque material y simbólico que afecta su libertad, dignidad, seguridad, intimidad e integridad moral y física”.

La desigualdad que marca el patriarcado entre los varones y todo lo otro es el contexto en el cual la violencia se desarrolla con soltura e incluso naturalidad.

Entonces, los cuerpos pasan a tener dueños y con ellos la vida, los sueños y deseos también. Sí soy mujer y no quiero ser madre, seré una solterona frustrada. O si me gusta tener sexo libremente, me convertiré en una puta. Si soy gay una marica o si soy lesbiana una machona. Si soy una travesti, seré prostituta hasta que muera de Sida o por implantarme siliconas en mal estado. Si soy varón tendré que adorar a mi madre y ser macho, fuerte e insensible.

Si soy intersex, tendré que someter mi cuerpo hasta definirlo como nena o nene. Me obligarán a entregarme a la medicina, para que un tribunal de notables decida sobre mi cuerpo. Me harán tratamientos y me preguntarán: ¿María o José?

Así la violencia de género se expresa en múltiples situaciones en donde las consecuencias no son sólo marcas en el cuerpo por golpes, sino estigmas que surgen en la subjetividad de las personas y en la sociedad toda.

El patriarcado delimita con firmeza los ámbitos de lo público y lo privado. Es en este segundo plano en donde la violencia se ejerce con mayor firmeza y frecuencia. Cada 9 días muere una mujer a causa de violencia doméstica. “Crimen pasional” diría el sentido común y los medios de comunicación, FEMICIDIO quienes apostamos al pensamiento crítico y deconstructivo de las prácticas establecidas por esta cultura.
La única manera de combatir estas situaciones es hablar, visibilizar, sacar del “closet” lo que está oculto.
La homofobia, travistofobia, el machismo y sexismo son expresiones de una cultura que no acepta lo que es diferente y lo golpea porque no soporta su propia existencia.
Cada vez que nos insultan por nuestro deseo, Natalia. Cada vez que el silencio cerca nuestras palabras, Natalia. Cada vez que nos mandan al psicólogo, Natalia.
Cada vez que prefieren nuestra ausencia, o cada vez que nos dan la espalda ante nuestro beso, Natalia. Cada vez que sienten asco por nuestro cuerpo, Natalia. Cada vez que nos desean la muerte, Natalia. Cada vez que tenemos que explicar por qué lo decimos, Natalia. Cada vez que el planeta gira sobre un eje que nos desconoce, Natalia. Cada vez que nos golpean para enderezarnos, Natalia. Cada vez que el miedo se apodera de nosotras, Natalia. Cada vez que nos expulsan de los hogares, Natalia. Cada vez que nos encierran en las casas familiares, Natalia. Cada vez que nos indican cómo vestirnos, Natalia. Cada vez que la belleza es sinónimo de feminidad canónica, Natalia. Cada vez que nos dicen que se nos va a pasar, Natalia. Cada vez que el chiste o la burla nos denigran, Natalia. Cada vez que el pleito por la normalidad se disputa la custodia de lxs hijxs, Natalia. Cada vez que nos despiden del trabajo porque se enteraron, Natalia.
Cada vez que debemos callar en el trabajo para no perderlo, Natalia. Cada vez que no conseguimos trabajo por nuestra apariencia, Natalia. Cada vez que no pueden imaginar nuestras vidas, Natalia. Cada vez que imaginan nuestras vidas como un problema, Natalia. Cada vez que nos asignan el lugar de la carencia o el sufrimiento, Natalia.
Cada vez que piensan que nos quedaremos solas, Natalia. Cada vez que el sindicato nos niega, Natalia. Cada vez que los movimientos políticos nos ignoran, Natalia.
Cada vez que el feminismo nos considera un asunto secundario, Natalia. Cada vez que nos encarcelan porque se sospecha de nuestra expresión de género, Natalia. Cada vez que reducen nuestro habla a los términos de una confesión, Natalia. Cada vez que se defiende el closet como elección, Natalia. Cada vez que la diversidad se precipita en mordaza, Natalia. Cada vez que nos fusilan, Natalia.

El 6 de marzo del 2010, Natalia Gaitán, de 27 años fue asesinada de un tiro por Daniel Torres, el padrastro de su novia. Las jóvenes vivían juntas en Parque Liceo, un barrio periférico de la ciudad de Córdoba.
Muchas Gracias Josiana García!!

4 comentarios:

  1. Buen programa y mucha justicia en la editorial.
    Me interesé por la lectura del programa, y me sorprendo yo misma de lo mucho que me interesó leer lo que postearon, porque es un tema que generalmente, hablando en el contexto que fuere, muy rara vez sale y se que esto tiene que ver con la "normalidad", el tabú, etc..
    pero esta bueno plantearlo abiertamente..
    me gusto!
    Saludos!!

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