Les hablo a ustedes, que son mayores. Soy un nene, tengo 11 años. Y no entiendo por qué a veces me dicen “menor”.
Son raros ustedes! ¿En qué momento dejo de ser “niño” y me convierto en un “menor”? ¿De qué depende? ¿De si soy pobre? ¿De la ropa que llevo puesta? ¿Del color de mi piel? A veces pienso que me llaman “menor” cuando me tienen miedo. O tal vez esa es la palabra que necesitan, para poder detenerme y encerrarme.
Les propongo una cosa: cambiemos algunas palabras, para ponerle nombre a las cosas que son para nosotros, los chicos.
Entonces, en vez de jardín de infantes podría haber un “Jardín de menores”. A ese lugar pueden ir los niños que no se portan bien, o que algunos mayores pueden ver como peligrosos.
También tendría que haber un “Día del menor”, que sea diferente al día del niño. Así, los chicos buenos no festejarán el mismo día con los otros.
Se me ocurren más cosas, como hacer un Parque que se llame “la República de los Menores”. Es parecido al que está en La Plata, pero con más medidas de seguridad. O hacer nuevas versiones de canciones que hablen de nosotros, y podrían decir “menores, dejen ya de joder con la pelota”.
¿Les suena muy feo esto? Entonces, ¿por qué insisten en usar esa palabra?. Ah sí, una vez me explicaron cómo es esto: me dijeron que menor es el chico que tiene problemas con la ley. Pero tampoco lo entendí. Lo único que me quedaron son más preguntas: ¿Qué quiere decir “problemas con la ley?” ¿Por qué un chico tiene esos problemas? ¿La ley está hecha por los grandes? ¿Nosotros no podemos hacer una ley contra las cosas que no nos gustan de los “mayores”?
Y ya que estamos, una pregunta más ¿no probaron con hacer un mundo más justo, donde todos los nenes vivamos bien? Por ahí, es mejor para nosotros y para ustedes.
No sé, no tengo respuesta para todas estas preguntas. Seguramente, es porque soy muy chico, y recién voy a poder responderlas cuando sea mayor.
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